La DGT nos recomienda que “la operación
retorno” de las vacaciones lo hagamos de manera escalonada; ¡ buena idea!
pero...¿ cómo nos ponemos todos de acuerdo?¡esa es la cuestión!, nos mandamos
todos sms, tu Manolo sales a las 5, que Antonia, la de Murcia sale a las 4 y, a
mi me va mejor a las 8..., o seamos mas artísticos, porque no lo hacemos por
colores, los coches amarillos y los azules por la mañana, los rojos y negros
por la tarde y los verdes y colores claros, incluido el blanco al anochecer.
Como ha cambiado la manera de viajar en
coche, de la época de nuestros amigos los Alcántara a los tiempos de ahora, los
coches de antaño, tipo seiscientos, y esas interminables horas de viaje,
amenizadas con el clásico juego del Veo, Veo; y que me dicen de esos cassetes
de gasolinera, con música tan “diversa” como el Fari o Mocedades, sin contar
las risas que te hacías con los chistes de Arévalo. Nada que ver, ahora con
aire acondicionado y DVD para que los niños no se aburran y te den el coñazo de
cuanto falta; tengo curiosidad, ¿Que clases de pasatiempos utilizaban en la
familia de Eduardo Punset o Ferran Adriá en los trayectos de vacaciones?, uno
hablando de las estructuras moleculares y el otro desestructurando...
Depresión post-vacacional: es un síndrome
que experimenta mucha gente, al finalizar sus vacaciones y al reincorporarse a
sus puestos de trabajo, suele presentar síntomas muy parecidos a la de una
depresión clínica: sensación de apatía, desanimo, irritabilidad, dificultad
para relacionarse con los demás, insomnio y en casos graves puede llegar a
provocar estados de ansiedad, trastornos digestivos y taquicardias, suele durar
alrededor de 2 semanas.
Sí, para que negarlo, es dura “la vuelta
al cole” por muchos corticoles en descuentos que nos dé El Corte Ingles, no nos
engañemos... eso de pasar de las chancletas a la rozadura del zapato, del
descanso en la tumbona al atasco del trafico en el asiento del coche, de la
practica de deportes de aventura al corre corre que no llego al autobús, de
descubrimiento de culturas nuevas al reencuentro con tu vecindario en especial
con el vecino del 5º, en resumidas cuentas la vuelta a la rutina, al trabajo, a
los problemas que no se han ido de vacaciones y al despertador, es una faena.
Una frase de un prestigioso antropólogo,
Edward Hall:
No olvides que: vivir la vida es parecido
a componer música, pintar o escribir un poema; cada día puede ser una obra de
arte o un desastre.
La vuelta a la rutina y sobre todo al
curro, nos la podríamos plantear no como una vuelta a lo de siempre, sino como
un cambio para mejorar y empezar algún proyecto, del que nunca comenzamos por
falta de tiempo. Podemos empezar el día dedicándonos una sonrisa al espejo del
baño, después del pis mañanero y hacer un buen desayuno, ¡pero con tiempo!
adelantando un poco el despertador para no tener que llevar la magdalena
atragantada. Darnos cuenta de la suerte que tenemos de tener curro en los
tiempos que corren, y si no nos convence esto puede que sea hora de plantearnos
que clase de trabajo me gustaría dedicarme y emprender esa aventura, o si no
puede ser ¿ por qué no mejorar lo que ya tenemos? Uno de los puntos conflictivos
en el mundo laboral son la manera de comunicarnos y en especial la falta de
asertividad, y os preguntareis ¿qué es eso?, la asertividad se define como una
conducta que permite a una persona actuar en relación a sus propios intereses,
mantenerse firme sin ansiedad y expresar sus propios derechos sin negar los
derechos de los demás. Este concepto puede incluir cantidad de situaciones:
expresar una opinión contraria a la expuesta, manejar una critica, enfrentarse
a una persona que toma decisiones unilaterales que nos afectan, etc...
La persona asertiva posee cuatro
características:
-Se siente libre para manifestarse.
-Puede comunicarse con personas de todos
los niveles- amigos, familiares, jefes...- y esta comunicación es abierta,
directa, franca y adecuada.
-Tiene una orientación activa en la vida.
En contraste con la persona pasiva, que aguarda a que las cosas sucedan.
-Actúa de un modo que juzga con respeto.
Al comprender que no siempre puede ganar, acepta sus limitaciones. Pero siempre
lo intenta.
La conducta asertiva se refiere a la
defensa de los propios derechos. Esto supone:
-Conocer sus derechos
-Hacer algo al respecto
-Hacerlo dentro del marco de la lucha por
su propia libertad emocional. El que no sabe defender sus derechos tiene poca
libertad, se siente incómodo y temeroso y, en su hambre de libertad, puede
mostrarse a veces rencoroso y desagradable.
También hay otros estilos de conducta pero
no son asertivos, como la pasiva: Se dice que una persona tiene una conducta
pasiva cuando permite que los demás le pisen, cuando no defiende sus intereses
y cuando hace todo lo que le dicen, sin importar lo que piensa o sienta al
respecto.
Se muestra constantemente conciliador con
los demás, porque teme ofenderlos.
Permite que los demás le impliquen en
situaciones que no son de su agrado. No puede expresar sus deseos legítimos.
Cree que los derechos de los demás son más importantes que los suyos.¿Os sentís
identificados? Si alguno de vosotros os sentís identificados seréis de los que
más acusen la depresión post-vacacional.
Y existe otra, que para mi, es el
comportamiento mas desagradable, que es el estilo agresivo: Son ejemplos
típicos de este tipo de conducta la pelea, la acusación y la amenaza, y en
general todas aquellas actitudes que signifiquen agredir a los demás, sin tener
para nada en cuenta sus sentimientos. La ventaja de esta clase de conducta, es
que la gente no pisa a la gente agresiva, la desventaja es que no quieren
tenerla cerca. Cuando tengáis cerca un personaje de este tipo, no tanto a los
que se tiran al cuello que yo aconsejo relacionarse lo menos posible, pero
aquellos que les gusta la acusación o las amenazas la mejor manera de
contraatacar es lanzarles frases agradables y con tu mejor sonrisa...¡ yo
también te quiero! O ¡ que bien te sienta este corte de pelo!¡ guapoooooo! Eso
suele descolocar mucho al agresivo, que lo que quiere es que le sigas la pelea.
Y cuando un jefe, un cliente o a alguien que por circunstancias como las
laborales, tienes que aguantar, pero que encantada le mandarías a la m. pruebas
a imaginar a esa persona en una fotografía en papel y mentalmente ir doblando
la foto en pliegues cada vez mas pequeños y descargando la ira en cada doblez y
cuando la foto no se pueda doblar mas, imaginaros que la dais una patada muy
fuerte con el pie y la mandáis muy lejos, el grado de cólera hacia esa persona
bajara.
Terminada la jornada laboral y de vuelta a
casa, intentar alargar las vacaciones programando algo agradable, deja un poco
de lado la maleta y las coladas interminables y date una gratificación,
programa algo para el fin de semana.
Termina el día preguntándote, ¿Qué puedo
hacer mañana para tener un buen día?
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