domingo, 15 de septiembre de 2013

¡A LA RICA UÑA! ¡PARA EL NIÑO Y LA NIÑA!

Noche de verano, ¡ que calorrrrr!, la 1 de la madrugada y una servidora con los ojos como platos, y sin poder pegar ojo; siguiendo mis propios consejos de” higiene del sueño”, salgo de la cama y me dirijo hacia la tele del salón, que en ocasiones funciona como un somnífero, escuchar la radio también funciona (pero siempre fuera de la cama, y cuando empiezas a tener sueño vuelves a la cama), me siento en el sofá y haciendo zapping, me detengo en una peli que tiene pinta de aburrida, la típica película pastelona del rollo de la media naranja...y empiezo a pensar que podría ser el tema del ”príncipe azul”, mi próximo articulo, pero en el momento del si quiero en el altar con damas de honor y todo ( la verdad lo del nombre de damas de honor nunca lo he entendido, damas... vale mujeres que acompañan a la futura, pero de honor!!!, vendrá relacionado con el vestido blanco de la novia y la pureza!!!) el caso que cuando llega el momento del si quiero y puesta de anillos, a la ”prota” se le ven las uñas ¡todas comidas!¡Cómo no le han puesto unas uñas postizas! a caso la peli era de bajo presupuesto y no llegaba para uñas!!!...y me vino a la cabeza la cantidad de gente que se muerde las uñas y no precisamente adolescentes, bueno tengo el caso de Aroha una preciosidad de 3 añitos ( la hija de una amiga) que creo recordar que incluso se come las uñas de los pies, bueno a esa edad la elasticidad se lo permite. En mi caso, creo recordar que no me mordía las uñas, circulaba una historia como tantas otras que si te comías las uñas te volvías loca, como tantas y tantas tonterías que nos decían, que se lo digan a los chicos, lo de practicar ciertas “técnicas manuales” lo de volverte ciego, manco o que salían granos en la cara, en mi caso me libre de la locura pero ya saben lo que dicen sobre los psicólogos, que estamos un poco...


Onicofagia, que es el termino referido a la conducta de morderse y comer las uñas, lo que se denominaría popularmente como una manía o una costumbre fea que en realidad refleja un trastorno nervioso asociado a la ansiedad.

La conducta de morderse las uñas aparece entre un 45% de los niños más nerviosos a partir de los 3 años y en la retirada del chupete, y que al cabo de los años se acaba automatizando de manera inconsciente y convirtiéndose en una rutina mecánica que se inicia casi ante cualquier tipo de situación que genere ansiedad, esto no les recuerda que en ciertas situaciones de nerviosismo atacamos a la comida, los chuches, chocolates... En los adultos se calcula que alrededor del 25% de los universitarios y el 10% de los adultos mayores de 35 años continúan con la onicofagia. No solo la estética es la que sale perjudicada, ni que contar cuando intentas coger una moneda del suelo o separar la cinta adhesiva... puede ser misión imposible, sino que hay un riesgo más peligroso que es el de contraer infecciones en boca y dedos.

La manera de controlar este tipo de conductas en los adultos, exige fuerza de voluntad y autocontrol, profesionalmente aconsejaría empezar por llevar un control diario apuntado en una libreta (que sea cómoda para llevar en un bolsillo o en el bolso), de las situaciones que te hacen morderte las uñas, y escribirlas en ese momento que pasan, para ser consciente de cuales son las circunstancias que no controlamos bien y de los pensamientos que están pasando por la cabeza antes de empezar “el banquete de uñas”, y cuando después de unas horas estando en un sitio tranquilo como puede ser al terminar el día en casa, saquemos la libreta y volviendo a ponernos en la situación, pensar tranquilamente, ¿ Qué es lo que fallo en esa situación y no pude controlar o me puso nervioso?¿ Acaso necesitamos aprender técnicas de relajación, mejorar nuestras habilidades sociales, técnicas de solución de problemas, control del tiempo, prevención de las conductas de preocupación excesiva, aprender a negociar, control de estrés...? ¡Porque queridos socios!, si no aprendemos primero a controlar esa posible carencia, como por ejemplo los que no tengan las herramientas personales para controlar el estrés, por muchos guantes que se ponga o se dé esmalte de los que tienen un gusto horrible, no podrá controlar esa conducta.

Mira, a lo tonto, terminó el tostón de la peli y me marcho a la cama.

Y colorín colorado, este articulo se ha acabado.

¡Buenas noches!


              

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