Bill Gates, ¡ese gigante del “software”!, con una fortuna de
46.600 millones de dólares, según la revista Forbes, de los cuales 23.000
destina para crear su Fundación para el desarrollo junto a su mujer Melinda
beneficiando a unos 132 países en proyectos de prevención y tratamiento en
enfermedades como: SIDA, tuberculosis, malaria y otros proyectos sociales,
siendo galardonada La Fundación Bill y Melinda Gate con el Premio Príncipe de
Asturias de Cooperación Internacional 2006.
¡Impresionante! No le colocaremos el aro de santo en la cabeza por
ahora pues por diversos motivos no es santo de devoción de todo el mundo.
Aquí tenéis el resumen de un discurso que dió a los alumnos de su
antiguo instituto, según él “las reglas de la vida” algo que en la escuela no
te enseñan.
Regla 1ª La vida no es justa, acostúmbrate a ello.
Regla 2ª Al mundo no le importará tu autoestima. El
mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no
contigo mismo.
Regla 3ª No ganarás 5.000 $ mensuales justo después
de haber salido del instituto y no
serás un vicepresidente de una empresa con coche de empresa hasta que hayas
terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho.
Regla 4ª Si piensas que tu profesor es duro, espera
a que tengas un jefe.
Ese Sí que no tendrá vocación de enseñarte ni la paciencia requerida.
Regla 5ª Dedicarse a voltear hamburguesas no te
quita dignidad. Tus
abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
Regla 6ª Si metes la pata, no es culpa de tus
padres, así que no lloriquees por tus
errores; aprende de ellos.
Regla 7ª Antes de que nacieras, tus padres no eran
tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas,
limpiar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo súper guay que eres y lo
carcas que son ellos. Así que antes
de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de
tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando
por tu habitación, escritorio, armario...
Regla 8ª La escuela puede haber eliminado la diferencia
entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años
lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta
correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso
no tiene ninguna semejanza con la vida real.
Regla 9ª La vida no se divide en semestres.
No tendrás vacaciones de verano largos y muy pocos jefes se interesarán en
ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo
en tu tiempo libre.
Regla 10ª La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad
tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
Regla 11ª Sé amable con los empollones. Existen
muchas posibilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
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