domingo, 20 de octubre de 2013

¿POR QUÉ A MÍ?

10:45 de la mañana, consulta de digestivo, mis manos sudaban y mi cara pálida revelaba mi miedo, mientras el medico miraba mis informes de las pruebas...si, aquí esta el resultado señor García, tiene colitis ulcerosa, que es una enfermedad de origen desconocida, no contagiosa, pero incurable...mientras el medico seguía dándome información, en mi cabeza no paraba de repetirme la palabra incurable.....

Esta podría ser la historia de la mayoría de vosotros, cuando por fin y después meses de angustia y de repetiros que solo son nervios o estrés, dan con el diagnostico de colitis ulcerosa o Crohn.


Cuando una persona es diagnosticada de una enfermedad incurable,(que no quiere decir que siempre tenga los síntomas, hay personas que solo tienen un brote en su vida y con la medicación no vuelven a tenerla, y otras que tienen brotes cada cierto tiempo, cada caso es particular) pasa por un estado emocional de duelo, que terminaría cuando se asume la enfermedad y la integra en su forma de vivir.

FASES DEL DUELO EN ENFERMOS DIAGNOSTICADOS DE ENFERMEDADES CRÓNICAS
Rechazo o negación

En un primer momento, el descubrimiento de la enfermedad y su característica de incurable es difícil de asimilar y conduce a negar o minimizar síntomas, él diagnostico y la propia enfermedad, no acudiendo a los controles médicos o incluso incumpliendo las prescripciones medicas. Esta fase dura unos días después de confirmado el diagnostico y es tanto más intensa cuando más inesperado sea la notificación de la enfermedad. Se trata de un mecanismo de defensa útil en los primeros momentos, que sirve de amortiguador ante el impacto de la realidad.

Ira, rabia y resentimiento

Cuando el paciente no puede seguir manteniendo la negación, la sustituye por estos sentimientos. Se muestra difícil, intolerable, quejumbroso y exigente. Esta conducta hostil aleja, a veces, a la familia y a quienes le asisten, aumentando su frustración y, por tanto, su agresividad. El paciente necesita comprensión, paciencia y que no se responda a su irritación con agresividad o aislándole, sino que seamos capaces de ponernos en su lugar ayudándole a exteriorizar su rencor, en ocasiones suelen proyectar su rabia sobre el personal sanitario.

Búsqueda de apoyo emocional

La posterior racionalización o evidencia de la sintomatología lleva a una situación de búsqueda de apoyo emocional en el equipo sanitario, en los amigos o en la familia para hacer frente a la realidad que, poco a poco va aceptando.

Depresión reactiva

Con el tiempo, va entrando en un estado de depresión, en la cual existen lamentos por las perdidas sufridas y por aquellas futuras a las que habrá de enfrentarse. Es una fase que puede entrañar grandes dificultades para el personal sanitario y para la familia, pudiendo agravarse con aparición de ideas y comportamientos suicidas.

Dependencia

En la mayoría de los casos, el paciente supera esta cuarta fase y entra en un periodo de dependencia que le conduce a multiplicar él numero de visitas y a consultar por problemas nimios.

Aceptación

Es la fase en que el paciente asume que tiene la enfermedad y los cuidados que precisa, así como las limitaciones que conlleva y las adaptaciones que se pueden realizar para minimizar el impacto; integra todo ello en su forma de vivir y es capaz de seguir adelante con su vida de forma realista y con ganas de vivir.

Obviamente, no se puede determinar la duración de cada una de las fases descritas, ya que en ella influirán gran número de factores de distinta índole que provocara estancamientos, retrocesos e incluso abandonos del tratamiento, con independencia del momento evolutivo y del nivel de educación. Por otra parte, existe una gran variabilidad interindividual, sin que todas las fases sean de obligada presentación ni secuenciales. Un paciente puede regresar a una fase anterior o saltarse etapas, llegando por ejemplo a la situación depresiva rápidamente. En general estas fases se van superponiendo manteniendo un continuo dinamismo.


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