10:45 de la mañana, consulta de digestivo,
mis manos sudaban y mi cara pálida revelaba mi miedo, mientras el medico miraba
mis informes de las pruebas...si, aquí esta el resultado señor García, tiene
colitis ulcerosa, que es una enfermedad de origen desconocida, no contagiosa,
pero incurable...mientras el medico seguía dándome información, en mi cabeza no
paraba de repetirme la palabra incurable.....
Esta podría ser la historia de la mayoría
de vosotros, cuando por fin y después meses de angustia y de repetiros que solo
son nervios o estrés, dan con el diagnostico de colitis ulcerosa o Crohn.
Cuando una persona es diagnosticada de una
enfermedad incurable,(que no quiere decir que siempre tenga los síntomas, hay
personas que solo tienen un brote en su vida y con la medicación no vuelven a
tenerla, y otras que tienen brotes cada cierto tiempo, cada caso es particular)
pasa por un estado emocional de duelo, que terminaría cuando se asume la
enfermedad y la integra en su forma de vivir.
FASES DEL DUELO EN ENFERMOS DIAGNOSTICADOS
DE ENFERMEDADES CRÓNICAS
Rechazo o negación
En un primer momento, el descubrimiento de
la enfermedad y su característica de incurable es difícil de asimilar y conduce
a negar o minimizar síntomas, él diagnostico y la propia enfermedad, no
acudiendo a los controles médicos o incluso incumpliendo las prescripciones
medicas. Esta fase dura unos días después de confirmado el diagnostico y es
tanto más intensa cuando más inesperado sea la notificación de la enfermedad.
Se trata de un mecanismo de defensa útil en los primeros momentos, que sirve de
amortiguador ante el impacto de la realidad.
Ira, rabia y resentimiento
Cuando el paciente no puede seguir
manteniendo la negación, la sustituye por estos sentimientos. Se muestra
difícil, intolerable, quejumbroso y exigente. Esta conducta hostil aleja, a
veces, a la familia y a quienes le asisten, aumentando su frustración y, por
tanto, su agresividad. El paciente necesita comprensión, paciencia y que no se
responda a su irritación con agresividad o aislándole, sino que seamos capaces
de ponernos en su lugar ayudándole a exteriorizar su rencor, en ocasiones
suelen proyectar su rabia sobre el personal sanitario.
Búsqueda de apoyo emocional
La posterior racionalización o evidencia
de la sintomatología lleva a una situación de búsqueda de apoyo emocional en el
equipo sanitario, en los amigos o en la familia para hacer frente a la realidad
que, poco a poco va aceptando.
Depresión reactiva
Con el tiempo, va entrando en un estado de
depresión, en la cual existen lamentos por las perdidas sufridas y por aquellas
futuras a las que habrá de enfrentarse. Es una fase que puede entrañar grandes
dificultades para el personal sanitario y para la familia, pudiendo agravarse
con aparición de ideas y comportamientos suicidas.
Dependencia
En la mayoría de los casos, el paciente
supera esta cuarta fase y entra en un periodo de dependencia que le conduce a
multiplicar él numero de visitas y a consultar por problemas nimios.
Aceptación
Es la fase en que el paciente asume que
tiene la enfermedad y los cuidados que precisa, así como las limitaciones que
conlleva y las adaptaciones que se pueden realizar para minimizar el impacto;
integra todo ello en su forma de vivir y es capaz de seguir adelante con su
vida de forma realista y con ganas de vivir.
Obviamente, no se puede determinar la
duración de cada una de las fases descritas, ya que en ella influirán gran
número de factores de distinta índole que provocara estancamientos, retrocesos
e incluso abandonos del tratamiento, con independencia del momento evolutivo y
del nivel de educación. Por otra parte, existe una gran variabilidad
interindividual, sin que todas las fases sean de obligada presentación ni
secuenciales. Un paciente puede regresar a una fase anterior o saltarse etapas,
llegando por ejemplo a la situación depresiva rápidamente. En general estas
fases se van superponiendo manteniendo un continuo dinamismo.
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